El storytelling consiste, brevemente, en contar historias. Es la mejor manera para las marcas de crear conexiones fuertes con sus clientes. ¿Cómo puedes utilizar el storytelling para que tus clientes se acuerden de tu marca y la sientan? En este artículo te lo explico.
¿Qué es el storytelling?
El storytelling es el arte de contar historias. Si te pregunto por tres cuentos, tres tramas de películas o tres hilos conductores de series de televisión, estoy convencido que rápidamente podrías decírmelos. ¿El motivo? Las buenas historias nos marcan, y las recordamos.
Con las marcas pasa lo mismo, tanto es así que algunas marcas con buenas historias tienen su película hollywoodiense (Facebook, Apple, etc.). Pero de hecho hoy en día son muchas las empresas de todos los tamaños que apuestan por el storytelling, sobretodo en las redes sociales. Ello provoca que las personas sean bombardeadas con diferentes historias y el truco está en que la tuya sea una que tu audiencia recuerde.
Como herramienta de marketing, el storytelling debe tener un objetivo, ya sea el de informar, motivar a tu target, etc.
Los cuatro pilares de una buena historia
Hay una enorme diferencia entre una historia y una buena historia. Una buena historia necesita tener los siguientes cuatro ingredientes principales o pilares:
- Personaje: un personaje con el que tu audiencia conecte y con el que se identifique.
- Lugares: dónde sucede la historia. Cuanto más inusuales o inesperados sean los lugares, mayor intriga despertarán. Por otro lado, cuanto más familiares, causarán más simpatía.
- Propósito: detrás de la historia debe haber una razón o una verdad, que tu audiencia pueda compartir.
- Trama: determina cómo se estructuran los elementos de la historia. Una buena trama te hace estar enganchado de principio a fin. Ejemplos fáciles: ¿tienes en mente Vikings? ¿Juego de tronos? ¿O mi favorita The Walking Dead (sí, te aseguro que soy un experto zombi nivel 60, por lo menos)?
¿Cuándo falla miserablemente el storytelling y cuándo NO deberías utilizarlo?
Como he dicho antes, y para que lo tengas muy en mente, las historias son la vía más poderosa para conectar, pero no son siempre la mejor, ni siquiera la adecuada. Ya lo dice una de las mejores escenas de Batman:
«Porque es el héroe que Gotham se merece, pero no el que necesita ahora mismo.» – Comisario Gordon
Ahora reemplaza Gotham por tu audiencia y considera que el héroe es tu historia. Se entiende, ¿verdad?
Cuando un cliente te pregunta por una característica, por ejemplo, está realmente buscando un hecho o una estadística – estás pifiándola si lo sumerges en una historia. A tu cliente no le interesa que le digas que tu salsa es la mejor, toda tu competencia lo dice. Prefiere que le digas que tu salsa ha ganado un concurso y que luego le digas para rematar que la receta viene de tu abuela, junto a una foto de tu abuela en plan adorable.
Para ello, asegúrate de evitar responder una pregunta sencilla y directa con algo más complicado de lo que debe ser.
¿Cómo puedes mejorar tu storytelling con un sólo paso?
Créete la historia que expliques. Punto. Tus clientes comprarán un tangible que evoque intangibilidad. Cuando vemos el típico anuncio de Casa Tarradellas, no es tanto el fuet lo que nos atrae sino todos los demás elementos presentes: la masía, la família feliz, las reuniones alrededor de la mesa, etc. El consumidor, en el supermercado, cuando está en la sección de fuets y ve el de Casa Tarradellas, no piensa que sea el mejor: quiere ser el protagonista de los anuncios.
Por lo tanto, créete tu historia, y procura que los que trabajan contigo también lo hagan. El storytelling que mejor funciona es el que tiene gente apasionada detrás que creen en las historias que explican.
Algunos ejemplos de storytelling de fábula
Coca Cola: “Volvámonos locos”
Este storytelling lo protagonizan personas comunes como tú y yo, que encarnan los valores de la marca. Ya sabes que este anuncio lo hace Coca-Cola antes de ver el producto y la marca al final del mismo. Y es que la marca debe jugar un papel secundario, dentro del contexto de la historia. Pero ojo, porque debe tener un papel: de nada te sirve que tus clientes recuerden la historia pero no recuerden tu marca.
Lotería de Navidad: “El mayor premio es compartir”
Este storytelling seguro que todos lo recordamos. Yo no compro nunca Lotería por convicción y por probabilidades, pero hay que reconocer que toca la fibra.
Compartir forma parte de los valores que uno asigna a la bondad y que si se generalizase, realmente cambiaría el mundo. Y es que una historia que explota tan bien un valor universal se recuerda mucho más tiempo y con mayor intensidad.
IKEA: «Es en casa donde se amueblan las cabezas»
En este storytelling, casi toda persona puede verse reflejada en los padres de la historia. Todos empatizamos con ellos, a todos nos encantan las historias que acaban bien y justo en ese momento…¡IKEA!
El storytelling más efectivo es el que realmente tiene algo que decir. Cuando intentamos crear una historia para principalmente obtener visualizaciones, comentarios o likes, funciona en rara ocasión. Esta motivación precisamente no nos permite crear algo que resuene entre la audiencia. Sin embargo, cuando realmente tenemos algo que decir, y permitimos a esta motivación guiarnos en la creación de la historia, puede tener un gran eco.
¿Quieres que tus clientes sientan algo? El storytelling permite crear una conexión profunda y durable con tus clientes. Podemos ayudarte a explicar tu historia de forma que pensar en ti suponga dibujar una sonrisa con nuestro servicio de branding.
¿Cómo incorporar el storytelling en mi estrategia de redes sociales?
Aunque el storytelling se puede aplicar a casi todos los aspectos de tu comunicación digital (incluida, por supuesto, tu web), los siguientes consejos ponlos en práctica en las redes sociales. Son un campo de juego fácil de manejar y con el que rápidamente aprender.
- Utiliza diferentes formatos: el texto, el vídeo, la imagen e incluso la música atraen a diferentes tipos de audiencia. Para saber qué formato prefiere la tuya, debes probarlos.
- Pide feedback: las redes sociales permiten una comunicación bidireccional. Da la oportunidad a tus clientes de que expliquen su propia vivencia con tu marca, pues puedes descubrir información muy valiosa.
- Practica el ensayo y error: lo que obtendrás de poner en práctica todo lo anterior es información. Utilízala para replantear tu estrategia y poder así definir mejor tus historias para conseguir tu objetivo.
- Muestra tu día a día: las marcas que mejor trabajan el storytelling muestran acciones cotidianas aparentemente sin interés. Pero no es así: a tus clientes les gustará ver cómo preparáis una reunión, qué pastel ha traído hoy alguien por su cumple, cómo preparáis un pedido, etc.
- Muestra tu faceta humana: los seres humanos somos ante todo sociales. Nos gusta interactuar con otras personas y empatizamos con ellas. ¿Quién responde el email si un cliente te envía uno? ¿Quién se encarga de que el producto mantenga su calidad? ¿Y tú, quién eres y de qué te encargas? ¡Pon cara a los que estáis detrás de la marca!
- Crea historias originales: planifica bien tu narrativa y dale vida para llegar a tu audiencia, hacer que se emocione y se interese por tu historia.
- Crea contenido de calidad: recuerda la máxima de que todo el contenido que crees debe ser relevante para el usuario.
- Recuerda la estructura: planteamiento, nudo, desenlace. Parece tonto pero no hay nada peor que una historia que no sabes a santo de qué viene y que parece no acabar nunca.
- Mantén el interés: dosifica tu historia, no la finalices a la primera y anuncia los siguientes fasciculos. Así conseguirás que tus clientes quieran saber más y vuelvan.
Conclusión
¡Eso es todo amig@s! Soy consciente que el storytelling es una técnica amplia y que necesita de mucho trabajo. Pero espero de verdad que este blogpost te anime a empezar a utilizar y te ayude a trazar las primeras líneas.
Si tienes cualquier duda, o quieres explicar tu propia experiencia de storytelling, ¡deja un comentario en la cajita de debajo!